Somos como una radio

En el pasado, cuando queríamos buscar una emisora de radio, teníamos que sintonizar la frecuencia adecuada. Al encontrarla, en un principio el señal era débil, pero cada vez se escuchaba más claro. Se hacia falta afilar un poco para sintonizar bien la búsqueda.

Nuestra mente funciona igual, solo que vivimos sintonizados a una frecuencia a la que nos llevó la vida. Puede ser debido al sufrimiento, a la negatividad (las noticias, los telediarios…), a la pasividad, a la actividad frenética, a la insatisfacción.

Si creo que si estoy triste en este momento no puedo hacer nada para sentirme bien, así será. Pero, si creo que puedo cambiar mi estado de ánimo, así será. Todo esta relacionado con nuestras creencias.

En cada situación podemos decidir de manera consciente nuestro estado de ánimo. Existen muchas frecuencias a las cuales podemos estar sintonizados. Pero, sería mucho mejor si entendiéramos que tenemos la capacidad de decidir en qué frecuencia queremos vivir en cada momento.

Practica de cada día

Para empezar vamos a observar nuestro estado de ánimo actual.

Si descubrimos que habitualmente estamos viviendo en un estado mental de negatividad, juicio, rencor, culpabilidad, preocupación, miedo...,tratamos de aceptar que nuestra mente esta sintonizada en una frecuencia muy baja. Nada más.

Si nos sentimos bien y disfrutamos de todo lo que pasa en nuestra vida, entonces tenemos la mente sintonizada a una frecuencia mejor.

Sea cual fuere, lo aceptamos. Una vez aceptado, podemos decidir si nos quedamos en esa frecuencia o la cambiamos. Entonces decidimos en que frecuencia queremos sintonizarnos. Por ejemplo:

"Quiero vivir en las frecuencias más altas del Universo. Vivo en la frecuencia...". Puede ser:
-del amor incondicional.
-de la abundancia.
-de la confianza.
-del respeto y auto respeto.
-de la compasión.
-...

Cada uno puede decidir cuál es y dónde está su sitio, su CASA.

Nos lo repetimos hasta que llegamos a convencernos que hemos encontrado nuestra verdadera CASA i nuestro estado de ánimo natural. Realmente se trata de darnos permiso a vibrar en una determinada frecuencia.

Y descubrimos que: “¡Así soy yo!” de mañana será mejor que "Así soy yo" de hoy.


¿Tu que opinas?